El diseño de políticas implica la identificación de las causas, los efectos y las soluciones de la contaminación, así como la participación de los actores relevantes y el análisis de las opciones disponibles.

La retroalimentación de políticas implica el monitoreo, la evaluación y la revisión de las políticas implementadas, así como el aprendizaje de las experiencias y las buenas prácticas. Estos procesos contribuyen a mejorar la gestión sostenible de los residuos plásticos, la protección del medio marino y ecosistemas asociados.